Especial regalos

Para lectores, primeros lectores y amantes del regazo. La colección de Edelvives ilustrada por Benjamin Lacombe impresiona por su belleza. Para los más pequeños, Blancanieves (20,90 euros); más creciditos, El jorobado de Nuestra Señora de París (26,60 euros). El papagayo del señor Hulot (15 euros) y Luna Park en pijamarama (16 euros) sorprenden porque, entre otras cosas, son libros y juguetes al mismo tiempo. Los publica Kalandraka, la editorial del conocido ¿A qué sabe la luna? Mamá (14,25 euros), un poema que une amor y naturaleza, es una de sus novedades.

Edelvives, Kalandraka

La cocinita es otro juguete clásico que entretiene tanto a niñas como a niños a partir de los dos años. Las hay de plástico, normalmente más pequeñas y con sonidos, y de madera, de mayor tamaño y más resistentes. Hay muchos modelos muy bonitos y con todo tipo de detalles, pero nos quedamos con esta de Ikea por sus dimensiones (108 centímetros de altura con el módulo superior, aunque se puede comprar solo la parte inferior), robustez, precio y parecido a una cocina real.

99,99 euros (79,99 euros con la tarjeta Ikea Family). De Ikea. Cocina

Parece mentira el juego que puede dar una pizarra. Puede servir para lo más básico –que la prole se entregue a desplegar su creatividad artística–, pero también como complemento a un juego simbólico. Lo mismo puede encontrarse escrito en ella el menú de un restaurante al que jugaban hace diez minutos en la cocinita que un dictado porque estaban metidos en el papel de una escuela. Además del juego del ahorcado, que nunca pasa de moda. La de la foto es de Ikea, de resistencia probada.

19,99 euros. De Ikea. Pizarra

La joya de la corona de esos, para nosotros indispensables, muñequitos alemanes de siete centímetros y medio (clics) que han hecho las delicias de millones de niños de varias generaciones. Si tiene una piscina a mano, el galeón aumenta sus posibilidades porque navega gracias a una pieza interior de corcho. Aunque basta un poco de imaginación y unos cuantos clics, no importa de qué mundo vengan, para montarse una aventura que ríete tú de Johnny Depp. El galeón incluye cuatro figuras.

A partir de 60 euros. De Playmobil. Galeón de ataque de Playmobil

Para nosotros, Lego es el juguete con mayúsculas. Puede convertirse en cualquier cosa y además lo monta usted mismo. La serie Star Wars es, además, una preciosidad. El Halcón Milenario, la nave de Han Solo, es una de las piezas estrella de esta colección. Es fiel al original sin olvidar el acabado clásico de pinchitos de Lego; se puede jugar con ella y con su interior; incluye seis muñecos (adorables) de los protagonistas de la saga, sables de luz incluidos. Y montarla, aunque es laborioso, resulta una auténtica gozada.

Desde 130 euros. De Lego. Millennium Falcon Lego Star Wars

Desde que empiezan a caminar, entre el año y año y medio, tanto las niñas como los niños se vuelven locos por los carritos. Algunos pasean su muñeco favorito, pero a otros simplemente les gusta empujar el carro vacío. Los hay muy baratos, pero las ruedas y la sujeción de la tela a la estructura suelen ser frágiles. Este, réplica de Maclaren, la marca líder en sillas de verdad, es ligero, plegable y resistente.

17,87 euros. De Knorrtoys. Cochecito para muñecos

¿Qué eres capaz de recordar en 10 segundos? Padres e hijos en una misma mesa memorizando a tope. Solo hay que responder con éxito una de las seis preguntas de la tarjeta. Un juego transportable, divertido y que implica a todos los que quieran participar. Y que permite a los más peques practicar la lectura con las preguntas. Solo hay que sentarse y ponerse a jugar. Hay versiones en inglés.

16,95 euros. En Eureka Kids. Brain Box

Este juego de naipes consiste en echar una carta del mismo color o del mismo número que el jugador anterior hasta que se quede sin ellas. A partir de ahí, Uno introduce cambios de dirección y saltos de turno que hacen la partida más divertida. Ideal para jugar en familia, en pareja, en trío… Y como caído del cielo si hay varios niños, incluso pequeños, porque se hacen enseguida con las reglas y ellos mismos se montan sus timbas. Hay varias versiones que añaden otros elementos a la baraja.

A partir de 10 euros. De Mattel. Uno

Lo suyo es tener jardín y caseta en el jardín. Pero en ausencia de él, Crazy Forts arrasa: varillas y esferas que actúan de nudo, para levantar cabañas o lo que la imaginación dé de sí. Mejora si se cubre con telas a modo de techo. Tardes enteras de entrar y salir con muñecos, utensilios o muebles en versión mini. Los niños encierran y se divierten al pedirnos a los adultos contraseña para entrar. En España lo distribuye Kinuma. La caja básica cuesta 54,95 euros y este año han sacado una versión con las bolas fluorescentes.

De Kinuma. Crazy Forts

Un juguete básico desde los 15 o 18 meses hasta casi los tres años. A los niños les encanta la sensación de independencia que da desplazarse a toda velocidad con sus pies (nada que ver con las lentas versiones eléctricas, o con los triciclos, que no saben manejar hasta que ya son tan grandes que no caben). La Motofeber 1 (ojo, que la 2 es más grande, a partir de tres años) es resistente, con versiones de los principales personajes de dibujos y con un claxon que les entretiene mucho.

Entre 30 y 40 euros. De Feber. Moto correpasillos